Era un chica, una adolescente, vivía feliz su presente.
Iba al instituto, era feliz, pero un día a él miró...
Desde ese día su rostro cambió, no tenia en su cara,
su bonita expresión, a penas reía, su carácter cambió,
era agresiva, le dolía el corazón.
a sus amigas, abandonó, se pasaba el día llorando por amor.
Lo que más le gustaba, era golpear,
era su manera, de poder desahogar.
En su ventana pasaba las tardes,
llorándole al cielo, gritando en silencio.
Día tras día, lo tenía que ver,
no pudo aguantar, lo hizo sin querer.
Un día por la tarde, al llegar de comer,
se puso a la ventana y comenzó a llorar.
No lo soportaba, quería a aquel chaval,
por su cara resbalaban, lagrimitas de cristal.
Se puso a pensar que él jamás la querría,
de repente, se puso de pie, agarro su libreta
y se dejó caer...
Poco después, él se enteró,
se sentía culpable, no tenía perdón,
el también la quería,
nunca lo demostró.
El se fue a un acantilado,
a la puesta de sol,
cuando llegó el momento
él se tiró.
Y así murieron dos personas enamoradas,
por no demostrar su amor.
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