eres tú, niño querido,
lo mas bonito del mundo,
mas valioso que un tesoro,
mejor que el mismísimo oro.
Quien te tuviera a su lado,
quien no te desearía tener,
que le dediques una sonrisa,
más hermosa no puede ser.
Que le mires con tus ojos,
tan dulces como la miel.
Y por eso, no te extrañes,
nunca te dejaré de querer.
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