viernes, 22 de noviembre de 2013


Ha pasado mucho tiempo, pero no es fácil seguir desde que tú no estás.
Cada día, como si nada hubiera pasado, entro en casa con la esperanza de encontrarte allí sentado, en tú rincón. Aún no me acostumbro a que no estés para reñirme por lo despacio que como o porque me entretengo viendo la tele, y sigo pensando que algún día, al entrar, estarás ahí, jugando a las cartas en la mesa de la cocina. Aún tengo la esperanza de que algún día estés ahí para decirme lo mucho que he crecido, porque hace tiempo que no me ves, o me digas que los juegos de antes no eran como los de ahora. 
Pero, es que no es fácil asimilar que ya no volveré a verte, que ya no volveré a abrazarte nunca más, me siento tan desprotegida desde que te fuiste, tan indefensa, tan... vulnerable.
Aún recuerdo todos y cada uno de aquellos "enfados", aquellos en los que te ibas a dormir por no aguantarme, pero de los que al día siguiente ya ni te acordabas. Los echo de menos, al igual que echo de menos aquellos juegos que me enseñabas, cada historia que me contabas... te echo tanto de menos.

Un relámpago brilla en medio de la noche, el aullido de los lobos en el bosque se oye cada vez más cerca. Ella camina sola sin saber que hacer, no sabe muy bien a donde se dirige pero no quiere volver. Esta un poco asustada, pero eso no le impide seguir avanzando. Elisa, avanza por el frío y húmedo bosque, entre los árboles puede ver la luna llena que está realmente hermosa . Hoy, no es un día cualquiera, si lo fuera, ella no estaría caminando sola una noche como aquella. Hoy es un día especial para ella, es "ese día", y por eso quiere recordarlo de la mejor manera que podía hacerlo. En medio del bosque se encuentra una gran piedra, al llegar a ella, Elisa se tumba en ella y contempla el cielo. Le gustaría que fuera una noche de estrellas, en cambio, no hay todas las que ella desearía. Después de unos largos minutos de silencio, Elisa saca una pequeño papel del bolso de su chaqueta. Se sienta, y tas admirar el cielo una vez más durante unos segundos, comienza a recitar una poesía...
Han pasado varios meses y se me hace raro volver a escribir, después de lo que ha pasado, que no se muy bien que fue, pero algo en mi cambió.
En aquel momento juré no volverme a enamorar, pero de poco sirve eso si ya estaba enamorada. En aquel momento, mi vida fue tomando otra dirección, poco a poco fueron cambiando las cosas. Ahora, intentaré centrarme en escribir algo...