Es en ese momento en el que te fallan las piernas, en el que tiembla la voz, en el que ya no eres dueño de ti mismo. Ese momento en el que empiezas a recordar las cosas que has hecho en tu vida, y en ese momento escuchas una suave melodía al fondo, esta es tu despedida.
Te sientas en una piedra, y comienzas a repasar paso a paso, todos los momentos que has vivido, los analizas, y es ahí, cuando te das cuenta de todo, es ese instante en el que las lágrimas comienzan a caer por tu rostro.
Esa melodía imaginaria que suena, cada vez suena más fuerte, y tus pensamientos cada vez gritan más, y todo esto hasta que estallas...
Hasta que ya no puedes más, te levantas, y no sabes si saltar... Y en eses momento, en ese pequeño instante, en el que estas a punto de saltar... recuerdas su nombre, escuchas su voz, piensas en los momentos a su lado, y aunque quieres saltar, tus piernas ya no te responden, te sientas en el frío suelo, y comienzas a llorar.
Cuando parece que ya todo a pasado, te levantas, te alejas de ese acantilado, y sigues tu camino hacia la vieja ciudad...
Y ahí continuará tu historia, porque aún sigues aquí, en el mundo, porque has decidido quedarte aunque no sabes si será por mucho tiempo...